Armados con un arnés y la barra turbo de ozone, mis hijos aprendieron a controlar cometas depower de la forma mas segura y divertida: rodando por la duna gigante de Pyla, en las landas francesas. Sentados sobre la arena fueron practicando hasta entender como potenciar y despotenciar la cometa y fueron capaces de remontar duna arriba mas de 100 metros, e incluso revolotear: el mas pequeño, con solo 32 kilos de peso levantaba vuelo con solo sujetarlo un poco aferrado a una cometa de tan solo 1,6 metros cuadrados; eso si, el viento soplaba fuertecillo entonces, con mas de 20 nudos.
Una experiencia divertida y muy, muy recomendable para perder el miedo a atarse a una cometa y aprender tracción y depower.