Archivo de cometas de tracción

Cometas y patines en la calle

Posted in Long Distance Pumping (LDP), Longboard & Skate, Power kites with tags , , , , , on 8 agosto, 2015 by kitesandwind

La calle ofrece rincones, escenas y espacios para mil cosas. La suave superficie del asfalto permite rodar y patinar. Y siempre tenemos una calle cerca, Vivimos rodeados por ellas. Con un patín y una cometa en la maleta siempre hay ocasiones de sacar partido a las calles de todo el mundo. Y a veces se pueden combinar ambas cosas, como en esa tarde que pasamos cerca de Montreal en Canadá donde nos propulsamos con una cometa para recorrer algunos tramos sobre un patín. Le llaman a esa modalidad «street kiting» o cometear en la calle y es muy divertido. Tiene sus limitaciones, la primera, como siempre, el viento. En una ciudad el viento suele ser racheado y de dirección cambiante, lo cual no es buena cosa para volar cometas. Pero se puede encontrar alguna zona abierta donde entre bien el viento, como en las orillas de un río. La segunda limitación son los numerosos obstaculos que hay en las calles, desde farolas a bancos pasando por todo tipo de mobiliario, lo cual obliga a usar unas lineas cortas para poder maniobrar la cometa y navegar entre tanto objeto. En este video rodado junto al río San Lorenzo, en Varennes (Montreal),   empleamos una cometa tipo NASA para propulsarnos sobre un longboard de la marca Carver, estupendo para carvear, dar giros cerrados y bombear para completar la propulsion si hace falta.

 

https://www.youtube.com/watch?v=DDrVhwzxTuI

 

La calle es el escenario por excelencia para los patines de todo tipo. Y si quieres dar un buen recorrido, hacer kilometros y disfrutar del asfalto bombeando y carveando, es muy recomendable hacerse con un longboard tipo LDP (long distance pumping) de grandes ruedas y de ejes que giren mucho, sobre todo delante para poder bombear sin poner pie en tierra en un buen rato. Como se ve en este video que rodamos en Campello (Alicante).

 

https://www.youtube.com/watch?v=mizRn7Ty8Bs

 

Posiblemente la modalidad mas «callejera» de todo esto sea el skate, el monopatin que fue desarrollado para surfear en las piscinas vacias de California en los años 60 y 70, y dio lugar a todo un modo de vida. En este video querria rendir un pequeño homenaje al desaparecido skate park de Alcorcon, un lugar en el que durante años se disfrutó  mucho de esta opción en la que algunos son auténticos acróbatas.

 

https://www.youtube.com/watch?v=BFuZRJ62i04

Dos caras del viento: trucos y freestyle con cometas acrobáticas frente al deporte y la adrenalina de las cometas de tracción

Posted in Acrobaticas (stunt kites), Momentos, Mountain & Buggy, Power kites, Tracción with tags , , , , , , on 7 noviembre, 2014 by kitesandwind

Hace tiempo que no me siento a paladear los momentos disfrutados con el viento… pero por suerte ha habido muchos de esos momentos. El disfrute del mundo de las cometas tiene en buena parte su razón de ser para mi en la gran diversidad de estructuras voladoras que podemos elevar sujetas de uno, dos, tres o cuatro hilos a nuestras manos. Esa diversidad de ingenios voladores lleva aparejada una diversidad tambien en las actividades que con ellos se pueden hacer. Segun el sitio, el estado fisico, la hora del dia, la compañía, el calor o el frío que haga a uno le puede apetecer la sutileza de una cometa planeadora que se desliza sobre un mar aéreo sin esfuerzo y sin prisa, el desafío de coordinar su vuelo con un compañero ejercitando trucos o figuras geométricas con una cometa acrobática, o bien disfrutar a tope con el chute de adrenalina que se deriva de la velocidad, la aceleración y los cambios de rumbo cuando una cometa de tracción te impulsa con tu patín o tu buggy.

Hoy he querido rescatar dos vídeos que edité hace mas de un año y que su comparación ilustra esta diversidad del mundo de las cometas.

En el primer vídeo me «bautizan» haciendo por primera vez la legendaria «ruta del sapo» en Zalduendo, Burgos, de la mano de dos expertos pilotos de buggy, Carlos Proki y Ruben Sereno, que me llevan por el recorrido, me ayudan cuando mi cometa cae al ir en empopada y no saber mantener tensión y me bautizan con el agua sagrada del pilón de un prado de ganado que atraviesa la ruta …

https://www.youtube.com/watch?v=aXOgpOt9HMo

En el segundo vídeo comparto el aire con mi amigo Michele, especial piloto de cometas acrobáticas que vive en Varennes, creca de Montreal, Canadá, junto a una inmensa y verde superficie acunada por el gran rio San Lorenzo ideal para volar cualquier cosa… un dia estupendo de verano sin mas agenda que probar trucos, volar juntos y disfrutar de la suave brisa que corre junto al río…

https://www.youtube.com/watch?v=nLhci8ehSKk

La aventura esta aquí y ya ha comenzado…

Posted in Mountain & Buggy, Power kites with tags , , , , , , on 8 abril, 2013 by kitesandwind

A veces uno se va muy lejos a buscar emoción y aventuras… y no se da cuenta de que las puede encontrar a la vuelta de la esquina! Este es un sindrome muy típico de los que vivimos en las grandes ciudades como Madrid. Agarramos nuestro coche y nos planteamos sortear tres atascos, enlazar la M-30 y la M-40 y hacer como mínimo 100 kms para empezar a hacer algo interesante. Bueno, por suerte, a veces la realidad golpea en la puerta y te da una sorpresa grata. Desde hace unos meses, a 20 minutos de la Villa y Corte, unos caballeros del viento han explorado un terreno de leyenda…

Paracuellos del Jarama, sobre las planicies alcarreñas que llegan hasta la encrucijada de los rios Henares y Jarama. Páramos azotados por un viento que sólo algunos saben dominar…

 

Esta es la crónica de los que allí estuvimos:

 

 

Pronto, mas historias de esta tierra de leyenda que está… al lado de casa!!!

 

 

 

 

Escuela de cometas de tracción

Posted in Mountain & Buggy, Power kites, Tracción, Volando en familia with tags , , , , , , on 1 abril, 2013 by kitesandwind

En Santa Cruz de Mudela nos hemos juntado una buena panda de amantes del viento, impulsados por nuestro irrepetible Luis, con el que hace ya unos años comprobamos las bondades de este rincón manchego para las cometas de tracción. Poco antes de terminar el 2012 y aprovechando un día frío pero de buen sol, nos juntamos bastantes amigos junto al campo de golf (de secano, asi que muy ecológico!) de Santa Cruz de Mudela y nos pusimos a rodar. Pero sobre todo a intercambiar experiencias y equipamiento e introducir en el vuelo de cometas de tracción a jóvenes y no tan jóvenes.

 

En mi caso, disfruté no ya con Alba, que se las apaña muy bien sola, si no con mi hijo Diego, que ya ha volado bastantes cometas, pero está poco menos que empezando a combinarlas con el buggy y el mountain. Resultó un día entrañable que nos propusimos repetir!

 

 

Santa Cruz I

santa cruz II

Santa Cruz III

Santa CRuz IV

 

 

Kite sandsurfing o disfrutando del viento sobre una duna gigante

Posted in Power kites with tags , , on 13 febrero, 2013 by kitesandwind

Aprovechando un viaje de trabajo a la zona de Burdeos en compañía de la intrépida Elena, decidimos hacer un alto en el camino en nuestro regreso a casa y visitar el coloso de arena de la duna de Pyla. Estuvimos pendientes de los pronosticos del tiempo. Noviembre es un periodo del año muy cambiante en esta larga costa del Atlántico. De una dia para otro se forman frentes y tormentas o se abren dias luminosos de sol y cielo azul. Tuvimos suerte. Aunque el viento venia cruzado, desde el sur, y por tanto no permitió abrir nuestros parapentes (la sola diea de volar otra vez sobre esta arena suave y disfrutar de las vistas subidos a nuestros parapentes nos tenía muy animados), la fuerza del viento nos inspiró a otra clase de actividades.

Tras probar un par de cometas y romper lineas, decidimos sacar una buena cometa de traccion de 6 metros, con barra depower y empezar a corretera por la arena infinita de la duna. Al poco le tomamos el punto, y fuimos capaces de recorrer grandes distancias, eso si, de empopada y con poca capacidad de cambiar el rumbo. Probamos con los pies primero, y luego fuimos probando con una vieja tabla de mountain board (sin ejes ni ruedas, claro).

 

Acabamos agotados y felices. Disfrutamos como locos con esta cuestion del kite sandsurfing! Y aqui cinco minutos de video para el recuerdo.

 

 

 

Celebrando el viento en la Franqui

Posted in Momentos, Mountain & Buggy, Power kites, Tracción, Volando en familia with tags , , , , , on 9 septiembre, 2012 by kitesandwind

El rincón costero de la Franqui, junto al Mediterráneo francés es un lugar increible para los deportes de viento tanto en tierra como en mar. Con unas salinas que se desecan casi completamente en verano y dejan kilometros de un suelo duro, liso y compacto, es una de las mecas de carrovelas, y kite mountains y buggies. Por segundo año consecutivo pudimos organizar una semana en este lugar tan singular en compañía de mi hija Alba y mi buen amigo Luis, asi como de varios buenos amigos mas con los que pudimos coincidir en estos dias de agosto. El viento fue relativamente flojo para lo que suele ser en este lugar, soplando de mar, lo que lo hace laminar y agradable aunque es perezoso para arrancar por las mañanas… Disfrutamos mucho y tuvimos buenas ocasiones para aprender nuevas tecnicas y trucos, y seguir viendo nuevas cometas e ingenios voladores y rodantes que siempre se juntan en la Franqui. A continuación un video y algunas imágenes…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Una semana en el paraiso resumida en cinco minutos

Posted in Momentos, Power kites, Tracción, Viajes, Volando en familia with tags , , , , , , , on 18 agosto, 2012 by kitesandwind

Agosto de 2012 comenzó de las mejores formas que podía hacerlo, con amigos, mi hija Alba y las cometas en el paraiso de la Franqui. Un semana intensa en la que apenas paramos de rodar y volar cometas para hacer bromas y compartir comidas y buenos ratos… Luis ha compuesto un hermoso video que recoge algunos de los mejores momentos …

¡que ganas de volver!

24 h propulsado por el viento: video del record

Posted in 24 h propulsado por el viento, Mountain & Buggy, Power kites with tags , , , , , on 2 agosto, 2012 by kitesandwind

Bueno, tras bucear durante horas en los cientos de fotos y horas de video que juntamos entre Juan, Alba y yo de mi aventura de 24 horas sobre la tabla en Zalduendo, he compilado este video que en poco mas de 20 minutos resume lo vivido…

Con ganas de repetir!!!

 

Nuestro amigo del mundo de los buggies «popeye» (Carl), quien lleva una relacion oficial de distancias recorridas en buggy y mountainboards acaba de incluirlo…

 

Registro del record en la web de Popeye The Welder

 

Seguimos…

 

 

 

24 h propulsado por el viento: crónica del record

Posted in 24 h propulsado por el viento, Mountain & Buggy, Power kites with tags , , , , , , on 1 agosto, 2012 by kitesandwind

Crónica del record

Dos semanas después de mi primera experiencia de estar 24 horas ininterrumpidas sobre la tabla del mountainboard impulsado por cometas, el viento de noreste se instala en la comarca burgalesa de Juarros, soplando sobre la campa de Zalduendo . Las previsiones van cambiando, pero todas apuntan a un viento mantenido y poco racheado de entre 15 y 25 kilómetros por hora.  La tentación es muy fuerte. Si la vez anterior el viento aflojó de noche y desapareció en la segunda jornada, en esta ocasión parecía que si algo podía fallar no sería el viento. Reviso mi agenda, consulto a la almohada, a la familia y a los amigos y marco en mi calendario el fin de semana 21-22 de Julio para volver a intentarlo, para estar otra vez 24 horas sobre el mountainboard y sobrepasar mi barrera personal de 135 kilómetros con el ánimo de rebasar también la barrera de los 240 kilómetros que estableciera el neozelandés Dave Plummet.

Toca repasar bien todo el material y evitar los fallos de la vez anterior. Me propongo cambiar de estrategia: en lugar de arrancar por la tarde para encarar la noche no muy cansado, decido arrancar a media mañana para intentar hacer cuantos mas kilómetros mejor antes de que oscurezca del todo. La idea era hacer la mitad de los kilómetros en las primeras ocho horas y así tener margen para hacer la otra mitad en dos tandas de ocho horas cada una. Eso permitiría sobrepasar  los 240 kilómetros  aunque el viento afloje de noche y aunque el cansancio del segundo día me obligue a rodar mas despacio.  Hablo con Carlos Cavia (Proki) quien tras su experiencia de 24 horas con buggy el año pasado me anima a intentarlo. Juan Romero, el irrepetible “Bokeron”,  juez oficial de la Asociación Española de Kite Buggy (AEKB), no sólo puede sino que además quiere dedicar ese fin de semana al viento y acompañarme y a la vez servir de testigo. La fecha, por tanto, se confirma: 21-22 de Julio de 2012. Cuando apenas faltan unos días mi hija Alba me pregunta si puede venir… ¡Pues claro que si! Con sus catorce años es una perfecta compañía y rueda ya en su mountainboard con soltura. Todo apunta en la mejor de las direcciones. Los nervios están equilibrados con la ilusión. Continúo haciendo ejercicio todas las mañanas: antes de que el calor sea insufrible recorro el carril bici de mi ciudad con el monopatín bombeando y carveando con fuerza, forzando la flexión y extensión de las piernas y la rotación de todo el cuerpo. Como una dieta enriquecida en proteínas y el día de antes me paso a los carbohidratos.

Llega el Sábado 21. Me despierto a las 7. Termino de subir cosas al coche, al que le he quitado los asientos traseros para usarlo de almacén y vivienda. Me hago un gran desayuno, un batido de leche gigante con todo tipo de ingredientes (cacao, polen, soja, semillas de lino, cereales, plátano…) y despierto a Alba. Nos subimos al coche, nos esperan dos horas y media de viaje que pasan rápido viendo el campo amanecer y escuchando buena música. Llegamos a Zalduendo a las once. Juan acababa de llegar. Tras saludos y bromas comenzamos a montar el campamento. Dos tiendas ligeras, una de ellas alta para alojar una mesa que serviría para las comidas y para hacer las anotaciones de los tiempos y trabajar con documentos, cámaras de fotos y vídeo, herramientas, luces, baterías y demás.

Me como un plátano, me bebo un zumo y arranco con el mountainboard mas estable (Trampa largo, 35º, ejes de muelles) y la cometa mediana (Ozone Access de 6 metros) porque el viento esta fuertecillo (mas de 30 kilómetros por hora). Son las 12:35. Los primeros kilómetros avanzan rápido, pronto llego a los 40. Con el calor, el viento afloja y decido pasar a una cometa mas grande (Ozone Frenzy de 9 metros), pero no aguanto mucho con ella ya que hay rachas fuertes de mas de 35 km/h. Decido bajar de talla de cometa para no estar tan pendiente y cansarme tanto. Vuelvo a la Access de 6 metros.  La velocidad apenas baja de 20 km/h a 18 km/h de media pero gano mucho en comodidad.

Son las cuatro de la tarde, el sol aprieta, la campa brilla en amarillo y llevo 57 kilómetros. Alba prepara la cometa (Ozone IMP Trainer de 2.5 metros), se pone las protecciones y comienza a rodar ante la atenta mirada de Juan, que ahora tiene dos cometas y dos pilotos que atender.  Es una delicia tener compañía y cruzarme en los largos con Alba. Horas mas tarde me confesaría que le deba vergüenza escuchar que su padre cantaba (seguramente mal) mientras rodaba y que según soplara el viento se oía muchísimo. Yo no me había dado cuenta de que cantaba. De hecho, voy tan entretenido rodando y controlando la cometa que el tiempo y los kilómetros van pasando sin sentir. Traje mi reproductor de MP3 por si me entraba el aburrimiento o necesitaba motivación para seguir pero no llegaría a usarlo nunca. Cometas, viento y patín es todo lo que necesito. Y algún sorbo de agua. Con el calor me fuerzo a beber con frecuencia del camel bag. Estaba esperando los dolores que en la primera prueba fueron viniendo en tobillos y rodillas por las vibraciones, pero apenas aparecieron hacia el final. Todo marcha.

Primer error. Las ruedas nuevas iban sin líquido anti pinchazos (lo olvidé completamente) y pincho. Juan y Alba me ayudan rápidamente. Empleamos un spray con líquido anti pinchazos y en pocos minutos estoy rodando otra vez. Pero el invento no funciona bien y la rueda pierde presión al poco rato. Paro y cambio la rueda por una de repuesto. Sigo rodando un buen rato. De repente, al hacer un giro para cambiar de sentido me veo en el suelo. La caída totalmente imprevista me genera un buen raspón en la rodilla (las rodilleras tras tantas horas no estaban bien en su sitio) y, lo que sería mas grave, una torcedura de la muñeca izquierda. Una radiografía mostraría que hubo fisura del radio además de esguince. La caída se debió a otro pinchazo, la rueda floja se clavó al hacer la curva. Juan y Alba me hacen una sencilla venda en la muñeca. Cambio de patín al darme cuenta de que ninguna de las ruedas de este lleva liquido anti pinchazos. Son las seis de la tarde y llevo 70 kilómetros.  Aprovecho la parada para comer un bocadillo.

Para mi sorpresa comienza a llegar gente a la campa. Algunos me saludan. Pienso si no serán algunos compañeros del mundo de las cometas que hayan sabido del intento por facebook o por los foros. Descarto la idea al ver que se traen algunas sillas y comienzan a organizar un partido de futbol.  Luego sabríamos que se  celebraban las fiestas de hermanamiento con el pueblo  casi homónimo de Zalduondo  en Alava. Resulta divertido comprobar que el público esta mas pendiente de mis evoluciones con la cometa que de las carreras de los futbolistas. El partido reúne en realidad a una mezcla variopinta de niños y adultos y el balón pasa mas tiempo fuera que dentro del campo.

Juan monta su buggy ligero de freestyle y sale a rodar. Me adelanta una y otra vez a gran velocidad. Alba se entretiene filmándolo cuando va a dos ruedas y cuando da vistosos saltos y derrapes. Juan lleva su cámara y aprovecha para filmarme cuando pasamos cerca el uno del otro. En una de las ocasiones, cuando intentaba tomar un plano mío descuida la cometa, vuelca y es arrastrado varios metros por una cometa sin control. Alba y yo corremos a ayudarle. Se hizo daño en el hombro sano. Pero no se queja, mas bien al contrario, le quita importancia. Mas tarde compartiríamos ibuprofeno pues ambos teníamos muñeca  (yo) y hombro (él) bastante inflamados y dolientes. Vaya tarde mas accidentada. Sigo rodando, el viento se mantiene y bajan las rachas. A las siete y media llevo 103 kilómetros.

A la caída  de la tarde vienen Carlos (Proki) y Elena. Paro a saludar y comentar como van las cosas. Recibo consejos y ayuda para cambiarme de ropa (empieza abajar la temperatura). Mientras aprovecho las dos últimas horas de luz, Carlos se pone con Alba y Juan a ver los cacharros que tenia para la navegación nocturna. Repasan las pilas, ponen baterías a los dispositivos leds y dejan todo listo para instalarlos. Mas tarde vendría también  Alberto y el mismísimo teniente alcalde de Zalduendo, quien se interesa por el intento de record en el que estaba embarcado. Para cuando ya no hay luz. Esta vez no se puede contar con la luna. Hacia las diez de la noche llevo 150 kilómetros.  Voy bien, me estoy ajustando al plan previsto y el cuerpo aguanta. Estoy muy animado.

La pausa la aprovechamos para instalar las luces, los leds y los reflectantes a lo largo de la ruta principal, trazando una línea de referencia de unos 500 metros con luces cada 100-150 metros. Ponemos algunas cintas reflectantes y leds en obstáculos, zonas peligrosas a evitar y en los marcos de las porterías. Me como rápidamente la pasta que Juan había preparado y retomo la marcha. El viento ha bajado un poco de intensidad pero sigue por encima de los 15 km/h. Durante un rato esta cambiante de dirección lo cual me obliga a buscar rumbos nuevos. Esto no es fácil en la oscuridad y no hay luces ni cintas reflectantes en todos los sitios. Pierdo bastante velocidad y me veo durante mas de una hora haciendo tramos muy cortos de apenas 300 metros. Alba se mete en el saco y dormirá hasta bien entrada la mañana. Juan me observa ir y venir en la oscuridad con mi potente luz frontal sobre el casco. Hacia las dos de la madrugada la oscuridad es total, pienso que han apagado las luces y tardo unos minutos en darme cuenta que es mi frontal el que se ha quedado sin baterías. Las cambio y sigo. Un zorro, al que primero le veo los ojos brillar en la distancia, me acompaña durante largo rato, seguro que sorprendido de ver actividad a esas horas. Acuso el cansancio del dia. Las piernas flojean. Me he bebido varias coca colas, sueño no tengo, pero el frio de la noche y la debilidad empiezan a hacer mella. Hacia las cuatro de la madrugada decido parar. Las piernas no responden bien, apenas puedo flexionarlas sin que tiemblen y creo que puedo tener una caída si surge algún imprevisto o ante alguna racha de viento.  El silencio y la oscuridad completa solo son alterados por el viento, que sigue soplando de noreste a unos 15 km/h. Llevo 202 kilómetros he recorrido mas de 50 de noche y me pongo a descansar con dos dudas: ¿se recuperaran las piernas? ¿seguirá soplando el viento durante la mañana del domingo?

Me pongo en movimiento a las seis de la mañana, aun oscuro pero comenzando a clarear. Los coches y las cometas están cubiertos de rocío. Las piernas están cansadas pero se han recuperado bastante en esta hora y media envueltas en el saco de dormir. El termómetro marca 8 grados y el viento sigue soplando. Tomo un buen desayuno. Juan tiene ojos de sueño y murmura un saludo.  Salgo con la cometa grande. En el primer largo un búho cruza por encima de mí buscando algun lugar donde esconderse durante el dia que empieza. A las 7:45 llevo 213 kilómetros.

El sol se abre paso entre la bruma y las nubes finas y altas. El pastor no madruga. Se ve que estuvo en las fiestas de anoche. De hecho hasta pasadas las 10 no saca las ovejas a su paseo diario.  Segundo error. Con el cansancio acumulado y la emoción de ir sumando kilómetros y kilómetros olvido ponerme protección solar en la cara y en los labios. Necesitaría diez días para que se curaran las grietas en los labios, y la nariz y los pómulos estuvieron enrojecidos bastante tiempo a pesar de tener ya cierto moreno.  El cansancio se nota hasta en la concentración y en los pensamientos.

A las 9:50 de la mañana del domingo un momento memorable: el paso de los 240 km. La distancia de referencia en la especialidad de mountainboard establecida por Dave Plummet hace unos años en una playa de Nueva Zelanda. El momento merece paladearlo. Alba sale de la tienda y con Juan tomamos unas fotos y nos reimos un rato. Estoy francamente cansado, pero el dia es luminoso, y todos los kilómetros que haga a partir de ahora sumarian sobre el record. Me pongo con la cometa pequeña. Aunque el viento permitiría de sobra ir con la grande (de hecho  hay momentos en los que baja a menos de 10 km/h, un poco cambiante de intensidad y dirección, de norte, este y noreste), no me fío de mis reflejos y no tengo mucha fuerza para pelearme con la cometa. Ya no puedo flexionar las piernas. Habrá momentos en los que ruede tan despacio que una persona andando podría adelantarme.  Pero sigo. Y sigo. Y sigo. No se si canto, pero me entretengo viendo la hierba seca, las piedras del camino, los robles y las montañas.  Y sigo. A las 11:15 hago 260 kilómetros. A veces me ronda la idea de parar. Pero me convenzo de seguir hasta que sean las 12:35  y las 24 horas me pillen rodando. A la hora exacta, Juan y Alba acuden con un cartel para anunciar el fin.

Lo había logrado. Feliz, lo celebro con Alba y Juan. Había hecho un total de 272,5 kilómetros repartidos en 801 tramos (¡801 cambios de sentido!) de 340 metros de largo en promedio (el mas largo de 660, el mas corto de 120 m) y había alcanzado la velocidad máxima de 41,4 km/h.  Alberto del grupo de Star al kite de Chozas llega por la campa y se alegra del logro. Iría recibiendo llamadas y mensajes de felicitación de mucha gente, los amigos de Viento Norte, Jesus, Alberto, Rocío, Fernando, mis hermanos (Enrique y Marc), mis amigos Luis (Telémaco) y Lázaro, y cuando Carlos colgó la noticia en la web el aluvión sería imparable Milo, Jesus, Grefu, Rincito, Jon, Ruben, Humbert, Jose,  y por supuesto Luismi (Dummy) y Lorie… y tantos otros! ¡ Que bueno compartirlo con tanta gente! Ojala, como decía Carlos, el veneno de este desafío le enganche a más gente y veamos nuevos intentos pronto.

La cosa terminó disfrutando de unas chuletillas de cordero en Casa Brigante (Lerma)  y una hora de relax en el SPA del Hotel Ceres (mil gracias Bea, te debo una!)… después una siestecilla reparadora para poder hacer en condiciones razonables los 240 kilómetros en coche hasta Madrid. Llegué a casa sobre las 8 de la tarde, pero desde las 2, cuando la adrenalina empezó a desaparecer de la sangre,  estaba en estado de zombi viviente. Me quedaría dormido antes de la cena, durante la cena y después de la cena. Al dia siguiente intenté ir a trabajar. Quise  levantarme a la 7. Imposible. A las 8, imposible. A las 9 llego hasta el espejo del baño pero me mareo al afeitarme y me tumbo un rato más en la cama. Las piernas duelen, pero sobre todo no se pueden doblar, imposible bajar escalones.  La muñeca está muy hinchada. Descarto ir al trabajo y paso el día frente al ordenador, avanzando algunas cosas urgentes, y descargando cosas del coche. Tengo una ligera fiebre casi todo el día, pero en realidad el cuerpo responde bien (a la tarde ya tenia las piernas operativas aunque con agujetas) y me recuerda lo bien que lo hemos pasado, trayéndome imágenes de cometas, patines y kilómetros de campa seca una y otra vez, cada vez que se me cierran los ojos.

Como dicen los amigos del club Viento Norte “Zalduendo nunca defrauda”… Acabada la historia, repuesto del esfuerzo, recordando los detalles y mirando las fotos y videos me queda un increíble sabor de boca y, sobre todo, muchas ganas de repetirlo.

Algunos enlaces

http://www.aekb.es/record-del-mundo-de-distancia-recorrida-en-kite-mountainboard/

https://www.facebook.com/groups/vientonorte/permalink/441438292544008/

24 h propulsado por el viento: 135,7 km en el primer intento

Posted in 24 h propulsado por el viento, Mountain & Buggy, Tracción with tags , , , , , on 18 julio, 2012 by kitesandwind

Tras tantos meses de preparación, llegó por fin la oportunidad para la primera prueba completa de 24 horas propulsado por el viento. El lugar, Zalduendo (Burgos), el momento, el fin de semana 7 y 8 de Julio (2012). La lista de cosas no cabía en una página ni casi en dos. Cajas con comida y bebida, cometas, patines, repuestos y herramientas, dos GPSs y varios juegos de luces me acompañaron hasta la campa, ya familiar de tantos buenos momentos vividos allá. Nervios y muchas dudas. Pero por encima de todo, ¡muchas ganas!

Calor, un sol de justicia que abrasa una campa amarilla de hierba seca. El viento fuerte y loco, furioso por las térmicas, cambiante. Tras una hora de organizarme y comprobar cometas y patines, poner la manga de viento y comerme un buen bocadillo decido arrancar a las 15:35 del sabado. El viento sopla  de Oeste (W-SW) entre 16 y 22 nudos, con rachas de mas de 32, tan turbulento y cambiante que decido usar una de las cometas mas pequeñas del arsenal: la Ozone Access de 4 metros. Incluso con esa cometa tan pequeña agarrada del arnés algunas rachas me levantan del suelo. Elijo el mountain mas estable, el Trampa largo, de 35 grados, tabla baja y con ejes de muelles. Ruedas de crucero a plena presión: sacrifico confort por velocidad. mas tarde lo pagaría en tobillos y rodillas.

Las primeras horas transcurren rápido mientras sondeo el estado del suelo y exploro los trayectos mas eficientes. Los tramos mejores para el viento son muy cortos, de menos de 300 metros. Opto por alargarlos hasta 400 metros, pero no puedo irme mas entre los arboles porque alli el viento esta incontrolable y pierdo mucho tiempo en cada cambio de direccion. Mantengo una velocidad media de 17 km/h con puntas de mas de 30 km/h. La cosa marcha.

Primer dolor: el arco del pie comienza a dar tirones y molestias, agarrotándose cada pocos minutos. Por suerte, al ir cambiando de posturas, agachandome, apoyandome en una pierna y luego en otra, y alternando semiflexion con extension total de las piernas, el dolor desaparece a las dos horas. Pero comienzan a doler los tobillos. La vibracion constante sobre la campa reseca llena de pequeños bultos de barro y restos vegetales, y las rodadas de vehiculos que dejaron sus molestas huellas en invierno cuando la campa estaba embarrada y húmeda, comenzaba a repercutir en las piernas. Los neumaticos duros no ayudaban…

 

Primera parada a las 19:40. 70 kilometros y ganas de mas. Bebo frecuentemente de mi «camel bag» y aprovecho la pausa para comer un platano y unas galletas de chocolate. Sigo hasta las 21:30. Seis horas rodando con un viento traidor y violento. Tercer dolor: los dedos  gordos del pie se clavan en el calzado. Me habia dejado las zapatillas algo mas flojas de lo habitual para evitar rozaduras: grave error. En lugar de que el peso del cuerpo se repartiera entre planta, empeine y dedos, el empeine casi no jugaba ningun papel y todo el empuje lateral recaía sobre la punta de los pies, y en concreto sobre las uñas de los dedos gordos. Mas tarde comprobaría que la base de las uñas estarían moradas como si me hubiera dado un martillazo en ellas. Si no hubiera bajado el viento y hubiera podido cambiar a una cometa mayor en la que colgarme un poco, quizá no hubiera podido estar 24 horas apoyado en estas uñas amoratadas y que dolían con fiereza…

 

Con la caida de la tarde baja el viento, asi que subo de cometa. El viento se queda una hora mas a 10 nudos, mucho mas noble y constante mientras comienzan a encenderse algunas luces en las casas del pueblo. Circulo algo mas despacio (15 km/h de media) pero mucho mas cómodo con mi querida Ozone Frenzy de 9 metros. Aparece el cuarto dolor: el tendon rotuliano acusa el cansancio con una molestia suave pero que sería ya constante hasta el final. Anochece. Llegan las ovejas al pueblo. Una de ellas coja, como uno de los perros del pastor. Otra da a luz y se quedaria durante horas en un rincon lamiendo a su corderito y los restos de su propia placenta.

 

Hago una pausa para colocar reflectantes y luces en puntos de referencia a lo largo de la ruta. Resulta facil y rapido pegar los dispositivos leds y la cinta reflectante sobre porterias y pequeños pinchos en el suelo. En la oscuridad de la noche parecia que hubiera montado una discoteca para mi solo. Pero estoy contento, aquello se ve muy bien. El viento baja hasta ser apenas una brisa de unos 3 o 4 nudos. Pero es un viento frio y húmedo, asi que pensé que podria propulsarme unas horas mas. Con mi potente foco agarrado al casco despliego la cometa mas grande que tengo. La ozone Frenzy de 11 metros. Como un fantasma en la noche, la gran cometa se levanta sorprendentemente ligera y rápida. La luna hace aparicion, redonda y naranja  poco antes de las 23:00. El campo huele bien con la humedad de la noche. Las ovejas juntas en un recinto cercano me escuchan ir de un lado al otro y balan nerviosas. El viento afloja aun mas y resulta dificil saber su direccion. Ha rolado a Norte. Hago poco mas de 10 kilómetros en casi dos horas y decido parar. No vale la pena seguir, mucho esfuerzo y pocos kilómetros. Dejo la discoteca encendida y me meto en el coche vestido como estaba, con protecciones y arnes puesto, me cubro con el saco (la temperatura habia bajado a menos de 10 grados) y me quedo dormido hacia las 3 de la madrugada. Me pongo el reloj para despertarme cada hora y comprobar si hay viento. No hay viento en el resto de la noche. Aprovecho las pausas y las despertadas para comer un sandwich, una manzana o un plátano.

 

A las 6:15 de la madrugada del domingo 8 de Julio salgo del coche, me meto un potente desayuno express, despliego la Frenzy de 11 metros y me pongo a rodar. Bueno, rodar es un decir. Estoy mas tiempo de pie parado sujetando la cometa que rodando. cambio de patin, saco el mas ligero de todos, el Trampa corto de 15 grados y ejes skate. Para aligerar peso me quito la mochila con el camel bag. Hacia las 7, con las primeras claridades del domingo llega el pastor con sus ovejas. Habia hecho apenas 10 kms mas. Sigo hasta las 12:00 tras horas de jugar con un viento norte de flojo a muy flojo. No llego ni a hacer 20 kms mas y decido parar: con el avance del día y el calor del sol el viento se vuelve térmico y cambiante sin aumentar nada de intensidad, generando que la cometa se desventara todo el rato. Un total de 135,7 kilómetros en 21 horas con varias paradas. Balance general: una gran experiencia.El equipo funciona, el cuerpo aguanta. Los 240 kms que hizo Dave Plummet en Nueva Zelanda quedan lejos, pero no tanto…