Un amanecer nublado de verano, sin viento… un paisaje abierto, solitario y tranquilo. Una invitación a montar la gran cometa Long Way Home con sus dos metros y medio de envergadura y su delicioso planeo. Unas horas de relajación que contrastan con la febril actividad de cometas de tracción, buggies y mountainboards que se ve con frecuencia en esta campa burgalesa de Zalduendo.