Volar cometas sin nada de viento es algo siempre mágico. Juntarse en un gimnasio con cometas de todo tipo, niños y grandes, es garantía de pasar un buen rato volando y viendo volar a otros… pero sobre todo viendo las caras de felicidad de todo el mundo! Una jornada mas, nos juntamos mas de veinte pilotos de todas las edades en el colegio Torrevilano en Madrid a disfrutar de las cometas sin viento…
Volar una cometa en interior (indoor) requiere un movimiento constante por parte del piloto para mantenerla en el aire. La rotacion del piloto sobre si mismo es una buena opción y de hecho es muy frecuente emplearla en el vuelo de cometas de uno, dos y cuatro hilos en condiciones de poco viento o de interior, usando lineas cortas de 3 a 6 metros de longitud.
La rotacion constante y la escena hipnótica que se genera recuerda a los Derviches Giróvagos, unos sufis o ascetas islámicos que llegan a marearse tanto con el giro que entran en estado profético… volar una cometa indoor puede llegar a hacerte sentir una experiencia parecida!
Un amanecer nublado de verano, sin viento… un paisaje abierto, solitario y tranquilo. Una invitación a montar la gran cometa Long Way Home con sus dos metros y medio de envergadura y su delicioso planeo. Unas horas de relajación que contrastan con la febril actividad de cometas de tracción, buggies y mountainboards que se ve con frecuencia en esta campa burgalesa de Zalduendo.
En un viaje de trabajo a Colombia escondí, como siempre, unas cometas pequeñas en la maleta. En los 10 dias que pase en el país, sólo saqué una tarde y una mañana para pasear, pero al final se dio la combinación de sitio, tiempo, ganas y cometas y pude volar un rato la estupenda y relajante I’ll be back de Horvath. En Bucaramanga visité el espectacular cañón del Chicamocha, con fuertes desniveles y contrastes entre la vegetación tropical que uno atraviesa y los áridos matorrales con cactus que pueblan el cañón. En Bogotá nos escapamos a la laguna de Guatavita, donde la leyenda de El Dorado se fragüó con las ofrendas en oro que los indígenas y sus caciques echaban al fondo de las aguas esmeralda. Una vez la tormenta escampó, ya en el pueblo, la pequeña cometa blanca salió de su funda…
Mi primer vuelo de cometas con el brazo libre ya de su escayola (eso si, con la piel echa polvo y los tendones rígidos…)
Las cometas te llevan a muchos lugares… y una vez en ellos te descubres volando y disfrutando… los atardeceres son momentos mágicos, sin sombras, y con frecuencia, sin viento… un momento del dia para relajarse y poner a rodar el mundo en camara lenta… Y nada mejor que hacerlo con una cometa de viento cero!
El pajaro de Ramlal Tien con sus mas de 3 metros de envergadura es una cometa magnifica, elegante en el cielo y todo un placer volarla… En este video se resumen en unos minutos los planeos de esta gran cometa en un atardecer de junio de 2010 en la playa de Campello:
Viento y cometas 